viernes, 12 de abril de 2013

Leslie T. Chang, la voz de los trabajadores emigrantes

Zhang, TongheLeslie T. Chang, escritora china de nacionalidad estadounidense. hija del físico Zhang Ligang ( Leroy L. Chang ). Era periodista de The Wall Street Journal , escritora de The New Yorker, National Geographic, y se consideran “una intérprete perspicaz de una sociedad en proceso de cambio”. Su obra se basa en el tema de China. Tiene obra Chicas en la fábrica, de pueblos a ciudades en la tranformación de China (Factory Girls: From Village to City in a Changing China)

Se graduó de la Universidad de Harvard en el año 1991. Llevaba diez años viviendo en China. Su marido Peter Hessler también es escritor, quien escribió la trilogia de china: Country Driving, Oracle Bones, River Town. Ahora la pareja y sus dos hijos viven juntos en Cairo, Egipto.


En cuanto a su obra Factory Girls, para responder a las noticias negativas sobre las condiciones de trabajo en las fábricas, Chang decidí explorar el tema desde el punto de vista desde los obreros. En 2004 viajaba a la ciudad Dongguan, una ciudad de fábrica en el Centro Sur de China, para recordar la vida de Wu Chunming y Lu Qingmin, dos chicas migratorias que nacieron en los pueblos pobres de China. Chang llevaba dos años siguiendo sus vidas. El libro también describe su propia historia migratoria de su familia de china a los Estados Unidos. Este libro se consideraban uno de los 100 libros llamativos por el Times, uno de los diez mejores libros por el The Wall Street Journal, y ganó varios premios.

Quiero comentar más sobre su obra. Para las multitudes que no conocemos, siempre las entendemos como unos signos.Hablando de los obreros chinos, lo que primero piensa el mundo occidental siempre son mucho trabajo, aburridos, repetidos, de clase bajo. Enfrente del criterio unilateral, Chang pensaba que la cosa no es tan sencilla. Si los labradores salen de casa a trabajar en las ciudades grandes sólo es para sufrir, no es posible que 150 millón personas eligen este camino. Chang tiene esa sensación de que este grupo de trabajadores tiene su propio opinión sobre su salida para trabajar. “Aunque trabajar fuera de casa es muy duro, les trae oportudidades y una experiencia interesante”. Este opinión también contribuía para su motivo de escribir este libro.




Además, lo que escribe no son los trabajadores emigrantes en sentido tradicional, sino una generación más joven. “Son élites del campo, son jóvenes, bien--educados. Ellos salen para quedarse en las ciudades, para perseuir las oportudidades de allí. Sus cambios de vida representan la urbanización de China. Ese es la migración más grande del mundo, el total es dos veces más que los europeos quien se emigraron a los Estados Unidos en cien años”.

Se fija más en el libro en las chicas de la nueva generación de trabajadores .Trabajar fuera les cambia totalmente su vida; la vida en las ciudades les cambia su expectación al matrimonio; no les apetece casarse con los chicos que todavía se quedan en los campos. Ganar más dinero les ayuda en levantar su posición económica en la familia; tienen más poder que sus padres. Las ciudades les cambian su costumbre de vivir, cuando vuelven a casa saben cerrar la ventana en la mañana de niebla, decir a su madre que la humedad es mala para la salud, y decir a sus hermanos que tiren bien la basura, etc. Así que Chang comentaba su vida de diez años en China: “Tengo mucha suerte de vivir aquí en esta década. He visto los cambios de mucha gente, y pienso que la gente normal puede vivir a su máximo en esta época.”

Incosciéntemente nuestro país se conviene en la fábrica del mundo. En la época de globalización ,siempre olvidamos de escuchar la voz de los trabajadores emigrantes. También es la primera vez para mí ver las imagenes tan vivas de ellos en este libro. Ellos tienen energía, potencia y esperanza, ellos no son víctimas.

Aquí está el video de TED de Chang, es un video buenisimo que me esfuerza mucho. Además, estos días publican su libro de versión chino, y su llegada a China para la promición me inspira a escribir esta entrada. Chang merece el título de "la voz de los trabajadores emigrantes". 



There are 130 million migrant workers in China. Many of them are young women who work illegally long hours for illegally low pay in colossal factories that are self-contained worlds unto themselves, with their own dorms and cafeterias and movie theaters and hospitals. Chang, a journalist, followed the lives of several of these factory girls, many of whom fled even grimmer situations in rural villages. The only traces we in the West see of this shadowy world are the cheap export goods the girls create, but it's a vast and complex society with its own iron laws, and it holds vital clues to the future of China and of the larger global economy it services.
----Times

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